Imagen de la película Avatar
Bendito el ser humano que camina sobre la Tierra. Su rostro refleja la penumbra o el fulgor de su cielo interior al igual que las luces y sombras salpican la extensa pradera. Sol y tormenta, gloria y tristeza. El cielo abarrotado de nubes que filtran los rayos de un sol potente manifiesta sobre la verde gramilla ambos extremos de una polaridad: lumbre y tiniebla, júbilo y desazón. La vida humana rica y extrema con su paso inquieto y fluctuante como un péndulo oscilante; un movimiento gravitante e incesante que marca el pulso de la esencia vital.
Se suceden los dramas y las alegrías al igual que la noche sigue al día; y en este andar cíclico y escabroso transita nuestra alma con su atuendo carnal. Un ángel se ha hundido en la espesura de su cuerpo...
Por Sandra Gusella
Amigos del mundo… una nueva luz se revela en la Tierra. Los rayos dorados de una nueva conciencia asoman sobre el horizonte de nuestra especie humana. Este albor trae paz y esperanza y la verdadera posibilidad de manifestar los sueños de un mundo más justo y equilibrado, más armónico y bello. La luz de un espíritu íntegro, sabio y consciente encarna ahora sobre la faz de este planeta. Es el resplandor de una nueva era que ya empieza a entibiar los fríos campos de una noche tan oscura y helada. En esta hora de grandes cambios globales, en medio de la confusión y la turbulencia, todo un gran ciclo de tinieblas llega lentamente a su fin y la humanidad se sacude y despierta…
Todos nos uniremos cuando el sol se alce en este tiempo histórico y único. Cada país, cada raza, todas las culturas y comunidades del mundo entrelazaremos por fin nuestras almas en un abrazo conjunto...
Carmelo Urso: Estimada Sandra, gracias por aceptar ser entrevistada por alguien
que ni siquiera conoces de vista y que te escribe desde tan lejos. Para comenzar, ¿podrías hacernos un pequeño retrato de tu persona? Tus orígenes, las personas y lugares de tu infancia, tus estudios, tu familia, a qué te dedicas actualmente…
Sandra Gusella: Muchísimas gracias a ti Carmelo por realizarme esta entrevista.
En cuanto a mis orígenes, nací y crecí en una pequeña ciudad llamada Corral de Bustos de la provincia de Córdoba en la pampa argentina en el año 1972. Soy la mayor de tres hermanas y mi infancia y adolescencia transcurrieron amenamente en una familia muy unida. Disfruté de esa clase de libertad...
Carmelo Urso: Querida Sandra, de acuerdo al testimonio de Joshua y de otros textos metafísicos, el tiempo del ego "es una estructura externa" ajena a nuestro ser y a nuestras experiencias, fatuo intento de librar al tiempo de nuestra subjetividad. En cambio, en los altos niveles de conciencia, el tiempo sería "una noción experimental", "esencialmente subjetiva", vale decir, esculpida sobre el mármol de nuestras experiencias. Sandra, desde tu perspectiva personal, podrías contestarnos, ¿cómo es que el "tiempo científico y objetivo", "el tiempo de reloj" es irreal y el "tiempo subjetivo" es el real? ¿Cómo convalidar esta noción cuando el testimonio de nuestros sentidos para clamar exactamente lo contrario?
Sandra Gusella: El tiempo es una magnitud física. Es decir que es una propiedad cuantificable propia de un sistema sujeto a cambio o movimiento, que se mide atribuyéndole un valor numérico en base a un patrón de medida. Con esa unidad de tiempo establecida podemos cuantificar la duración de ciertos acontecimientos. En nuestra sociedad tenemos...